Hasta la Victoria Siempre Comandante!

Hablar de su vida quizás sea redundante, así como hablar de lo que fueron sus viajes o sus proezas. Es difícil agregar algo que no haya sido dicho... por suerte no es la intención de quien escribe este blog ser original en lo más mínimo.

Así que lo que vamos a destacar, es que el Che fue un SER HUMANO con todas las letras, en el verdadero sentido de la palabra y con la profunda sensibilidad que esto significa; eso fue lo que lo hizo único.

El Che, entendía como fundamental que para ser revolucionario, desde el lugar del mundo que fuera, lo primero que se debía tener era revolución; y eso significaba sentir cualquier injusticia cometida contra cualquiera como propia, significaba ser capaz de dar la vida por la liberación de los pueblos oprimidos del mundo, sin pedir nada a cambio, significaba asumir la responsabilidad que implica ser elegido como ejemplo por los hombres y mujeres que lo acompañaron en tantos de sus caminos (y hasta por un pueblo entero); y, sobre todo, significaba llevar a la práctica y hasta las últimas consecuencias, todo aquello que pensaba y predicaba.

Muy lejos está de nuestra intención idealizar a este hombre, mucho menos queremos deificarlo, sabemos y reconocemos que cometió innumerables errores a lo largo de su vida; pero creemos que son también las equivocaciones las que forman parte de su humanidad y le dan su carácter único. Y tenemos que aceptar que sólamente se equivoca quien actúa, por eso el Che era un verdadero revolucionario, porque siempre actuó.

A 43 años de su paso a la inmortalidad, sigue siendo imposible no emocionarse al pensar en él. En Cuba se dice que fue una estrella quien lo puso ahí, y lo hizo de ese pueblo; hoy con enorme alegría, vemos que el recuerdo del Che, como una estrella en la obscuridad, guía la lucha de muchísimos hombres y mujeres que sueñan con un mundo libre de toda opresión.

Por su valentía, su humanidad y su amor por la libertad de todos y todas, lo recordamos hoy y siempre!

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE COMANDANTE CHE GUEVARA!